Hemos desayunado un poco en el albergue y hemos salido muy temprano de Salamanca por sus calles centrales y después por sus avenidas en dirección a Zamora.
Los primeros km. han sido por carretera hasta que cogimos un carril ancho con toboganes que nos llevaba a Aldeaseca de Armuña.
Cruzamos el pueblo y nos perdimos un poco a la salida del mismo. Cuando encontramos de nuevo las flechas el carril seguía siendo ancho pero muy pedregoso con lo que el avanzar se hacía muy difícil. Con calma llegamos a Castellanos de Viliquera que no tenía ningún bar abierto, así que hicimos unas pocas fotos y salimos en busca de Valdunciel.
El camino era similar a los anteriores pero al menos había algún campo de girasoles que alegraba la vista.
En el pueblo nos desviamos del camino para ir en busca de una bar que como últimamente nos dio un café y magdalena, y a seguir. El camino era igual hasta que de repente gira 90º y nos manda a la N-630. En ella hemos avanzado mucho hasta que vimos un desvío que iba paralelo. Era una emboscada. Completamente cerrado y había que cruzar dos charca de cieno.
A pocos km. llegamos a la Cárcel de Topas y volvemos a la N-630 que no la abandonamos hasta el desvío por carretera de El Cubo de la Tierra de Vino. Ya estábamos en provincia de Zamora. Al final del pueblo comimos un poco.
Nada más salir de él se cruza por un puente el Arroyo de San Cristóbal y giramos en busca de las flechas que iban por fin por carril de tierra, que al principio era ancho y sombrío por los arboles, para más tarde estar en medio de trigales.
Por ese tipo de terreno íbamos en constante subida pero muy suave hasta que llegamos a un punto donde comenzó la bajada y el cambio de piso que en muchos tramos era de la mejor playa de Matalascañas y nos obligaba a empujar las bicis. Unos km. después llegamos a Villanueva de Campeán.
Salimos del pueblo de nuevo por un carril ancho pero como los de la mañana con bastante piedra. En un cruce giramos en busca de una carretera que solamente la utilizamos unos centenares de mts. para regresar al camino de tierra y divisar en la lejanía Zamora.
Empezamos a bajar y a estrecharse el camino hasta llegar abajo donde se abrió de nuevo y nos llevo a la Zamora que se encuentra bañada por el Río Duero que era 4º gran río que cruzamos.
Pasamos por lo alto del río por un puente de piedra y subimos a lo alto donde se encuentra la zona más bella de la ciudad.
Retrocedimos nuestros pasos para volver a la senda que nos cruzó Zamora primero subiendo sus calles estrechas, para luego bajar y volver a subir ya por calles de sus barrios mas periféricos. Paramos a comer un poco y salimos por avenidas de Zamora, en busca de Roales del Pan. Son pocos km. los que nos separan pero de mucha piedra y viento. Al llegar al pueblo lo que más nos sorprendió fue no cruzarnos con nadie siendo las 14 h. En Sevilla puede ser algo más normal por la calor, pero aún a si algún crío siempre hay jugando, y aquí el clima es más fresquito.
Ya en busca de nuestro destino de hoy el camino es un autentico tobogán con bajadas de muchas piedras y subidas iguales.
En el pueblo nos enteramos de que existe albergue, cosa que no teníamos muy claro. Bueno el albergue está a unos 700 mts de el pueblo. Comimos, nos duchamos e hicimos la colada y por fin dormimos siesta. Al levantarnos fuimos al pueblo en busca de la cena y de regreso vimos a Coco. ¡Esto es increíble!
Después de hablar todo lo que nos había ocurrido a cada uno y de cenar nos acostamos sabiendo que era la última vez que lo veríamos ya que nosotros mañana abandonamos la Vía de la Plata para coger su variante sanabresa y Coco sigue para arriba.
Datos de la etapa:
Distancia: 87.79 km
Distancia con pérdidas: 90.09 km
Ascensión acumulada: 632 mts
Descenso acumulado: 757 mts
Pendiente max.: 17.16%
Duración: 7:52:34
Tiempo en mov.: 5:22:53
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