Nos levantamos tarde, los últimos del albergue, pero es que el frío de la mañana no nos merece empezar temprano. Después de preparar las alforjas fuimos al bar donde comimos ayer y desayunamos café y tostadas. Salimos con la idea de ir por carretera por la tendinitis pero es que gran parte del camino era el mismo que el nuestro. Íbamos en dirección A Venda do Espiño que es un pequeña aldea, y para llegar a ella subimos alguna cuesta durilla.
De allí en busca de A Venda da Teresa que es otra pequeñísima aldea que esta en lo alto de un montículo y que tiene unas hermosas vistas de los valles y de un remanso grandioso de agua llamado Encoro Das Portas.
Para ir A Venda da Capela es un sube baja de poca dificultad ya que vamos circulando por lo alto de las montañas. Es otra aldea pero da la impresión que más habitada.
Próxima parada: A Venda do Bolaño donde dejamos de ver el embalse que sigue deslumbrándonos su belleza.
El camino va cogiendo altitud pero al ser por carretera se lleva muy bien. La aldea es muy similar a las anteriores, y a su salida subimos un repecho para dejarnos caer después fuertemente hacia Campobecerros, pueblo donde deberíamos haber finalizado ayer, pero la rodilla marcó el camino o el camino marcó la rodilla. La gente del lugar merece mucho la pena. Como no tenemos prisa cada vez que podemos hablamos con alguien. Desayunamos en el Bar Da Rosario.
Salimos en dirección a Portocamba por una fuerte subida y una gran bajada que nos lleva rapidísimo al pueblo.
De nuevo la salida del pueblo es subiendo hasta que llegamos al punto más alto y allí se aloja una cruz. El camino abandona la carretera así que decidimos seguir subiendo por otra carretera, pero viendo que no merecía seguir dando tanto rodeo, volvimos a bajar a la cruz y nos tiramos por el camino original. Es una bajada constante y con tramos de piedras sueltas, así que fuimos despacio.
Al llegar a As Eiras volvemos a bajar por carretera hasta un cruce que está cerca de Laza. Sumando el tramo de tierra y la carretera son 9 km de bajada que se agradecen pero te deja la sensación que habrá que subirlo después.
Ya en el cruce giramos a la derecha y cruzamos el Río Cereixo y llegamos a Laza. Nos tomamos un refrigerio en un bar y salimos siguiendo flechas hacia Soutelo Verde.
Tanto bajamos que ahora empezamos a subir pero casi llaneando. Pasamos por lo alto del Río Támega y llegamos al pueblo. En él dejamos de nuevo las flechas y cogemos la carretera que va a Tamicelas. de nuevo cruzamos el río y esta zona es un valle verde con unas montañas a los lados que nos invitan a subir. Llegamos a Tamicelas.
En este pueblo se sube hacia Albergueria por un cortafuego que no pasa por nuestras cabezas. Seguimos por carretera que es bastante dura y serpenteante. Cruzamos el Río Barxas y el Regueiro Folgueiroa y llegamos a Naveaus que un pueblecito fuera del camino donde la pendiente empieza a subir de grados, pero con cadencia y sabiéndose controlar, se llega a subir. Arriba en un cruce espero a Julián para reemprender la marcha hacia Albergueria. La pendiente empieza a bajar y llegamos a Albergueria y más concretamente al Rincón del Peregrino.
Nos comimos medio queso con pán y bebida y dejamos constancia con nuestro paso en una concha. Estos manjares a un cojo como yo le llenan mucho y te da una motivación grandiosa.
Salimos del pueblo subiendo pero una distancia corta para llegar a lo más alto y poder disfrutar del valle.
Ahora toca 5 km. de bajada por carretera que es nuestro sino en el día de hoy y la rodilla parece que lo está agradeciendo. La bajada cruza dos pueblecitos, el segundo es Barrán y el primero Ameá con lo que los dos al verlo nos empezamos a reir como locos. Por cierto tiene una fuente de agua muy fresquita. No creo que el agua tenga algo que ver con el nombre del pueblo. Ya casi en Vilar de Barrio se sube una tachuela y se baja y llegamos. El albergue es un lujazo pero las bicis se quedan fuera.
Decidimos llegar a Xunqueira de Ambia. Salimos por el pueblo por una larga recta que nos llevó a O Penedo y allí giramos 90º por otra larga recta de cultivos. A unos km. llegamos a Casasoá, lugar donde empieza a haber algún que otro repecho duro. Pasamos Abeleda y llegamos a Cima de Vila donde espero a Julián.
Bajada por Quintela y llegamos al albergue que está a unos 500 mts. del pueblo. Solo quedan dos plazas. Fui al bar de la hospitalera ya volví con las credenciales selladas. Nos duchamos y lavamos la ropa, y nos vamos al pueblo de visita.
Después cenamos en el Bar Saboriño que a la hora de pagar la camarera nos decía un precio y el idiota del jefe otro. Le dije que había un error y me contesta que los precios los pone él. Espero que con esa actitud no tenga mucha clientela para que aprenda a cuidarla, será desgraciado. Fuimos a otro bar a comernos un helado y para el albergue a descansar.
Datos de la etapa:
Distancia: 80.88 km
Distancia con pérdidas: 86.79 km
Ascensión acumulada: 1118 mts
Descenso acumulado: 1531 mts
Pendiente max.: 17.22 %
Duración: 9:37:19
Tiempo en mov.: 5:43:42
1 comentario:
La tapa de queso de Albergueria fabulosa!
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